Bien dicen que el Perú es una nación bendecida por la inmensidad hidrobiológica de nuestro mar. Y en el caso de la anchoveta, alcanza niveles tan sorprendentes que en materia de transformación podría no sólo generar recursos al país, sino también convertirse en un alimento indispensable en la mesa peruana, gracias a su alto valor nutritivo, a un precio tan cómodo que sería la solución perfecta para, por ejemplo, el problema de la desnutrición.
Sin embargo, la anchoveta requiere un tratamiento serio en el ámbito de la industrialización para llegar en óptimas condiciones a la mesa y establecer, además, una serie de consideraciones que le permitan convertirse en un producto rentable para el productor, y económico para el consumidor final.
Con ese fin, la Universidad Agraria de La Molina, mediante su facultad de Pesquería, realiza diversas acciones con el fin de poner en valor este insumo marino, que pasó décadas marginado de la mesa nacional.
“La universidad está revalorando la anchoveta, partiendo desde su poder nutritivo. Si bien en un primer momento su extracción era para destinarla a la fabricación de harina de pescado; ahora la idea es un poco reorientar su consumo; toda vez que presenta un alto contenido de proteínas y grasas como el omega 3”, explica el rector de la citada casa de estudios, Jesús Abel Mejía Marcacuzco.
Investigación
Determinaron que la anchoveta se puede comer de muchas formas; superándose el escollo de que este producto es muy perecible; para lo cual se investigan nuevas formas de tratamiento previo al consumo final.
Uno de los retos para los estudiantes y catedráticos es alcanzar en el mediano plazo una producción masiva para abastecer a gran escala a las instituciones públicas, como el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) o los colegios, con el producto anchoveta.
Es así que si bien la anchoveta tiene un lugar preponderante en las investigaciones, se ubican también especies como la caballa o la pota en materia de trabajo universitario; así como las truchas y tilapias; siempre proyectando esta labor a las comunidades con, por ejemplo, cursos de extensión.
Apuesta
En la actualidad, la apuesta para incorporar a la mesa peruana la anchoveta es mediante el trabajo con las nuevas generaciones. Es decir, con los niños, ya que ellos aún no registran memoria sensorial sobre este producto, como sí lo tenemos los adultos que objetamos su calidad basados en el olor o el sabor.
Fuente: http://www.elperuano.pe/Edicion/noticia.aspx?key=XYWAVKSY/NI=
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