Son auspiciosas las conclusiones de la Tercera Reunión Ministerial de los Océanos del Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico (APEC), que se desarrolló en Paracas (Ica) con la participación de 16 países bajo el lema “Océanos saludables y ordenación de las pesquerías para la seguridad alimentaria”.
Lo más destacado de la llamada Declaración de Paracas es el compromiso de los miembros de incluir en su agenda la búsqueda de mecanismos para promover la cooperación en la investigación de los océanos y en la reducción de la contaminación marina. El objetivo final es proteger la salud humana, lograr beneficios sociales y económicos, y contribuir a la seguridad alimentaria en la región.
Con coherencia y ánimo pragmático, se ha acordado enviar las conclusiones a las próximas reuniones de la APEC, de jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrarán en Japón en octubre (sobre seguridad alimentaria) y noviembre, para promover debates y políticas concretas en tal sentido.
Había que hacer algo de modo urgente. Como bien ha dicho el ministro peruano de la Producción, Jorge Villasante, los océanos están en crisis por el cambio climático, la destrucción de determinadas prácticas pesqueras, el aumento de la pesca ilegal y la sobreexplotación.
El tema de la sostenibilidad de los océanos cobra así la prioridad que merece y venía siendo reclamada no solo por grupos ecologistas, sino también por pescadores y representantes de comunidades costeras, y, en general, por la sociedad civil, hastiados y afectados por el abuso de recursos marinos.
Celebramos este positivo cambio de mentalidad que ha llevado a los ministros de la APEC a comprometerse a compartir información sobre estos ecosistemas y los efectos del cambio climático en ellos, en la pesca y la acuicultura. Se ha acordado también redoblar esfuerzos para conservar los ecosistemas marinos de Asia y el Pacífico, y mejorar los certificados ecológicos y de salubridad de las exportaciones pesqueras, lo cual está directamente vinculado con la seguridad alimentaria.
El futuro de la alimentación mundial depende, en gran parte, del equilibrio y de los recursos de los océanos, por lo que podemos decir que somos un país afortunado al contar con dos mil kilómetros de franja costera al Pacífico. Más aun, nuestro país ha dado un gran paso al crear las reservas de islas y puntas guaneras, por su importancia fertilizadora del fitoplancton, base de la cadena alimenticia, lo que seguramente fue considerado por los organizadores al decidir hacer esta reunión en Paracas.
Gore y nuestro deber con el planeta
“Bush dijo una vez que hay que elegir entre economía y medio ambiente. Pero esta es una dicotomía falsa. Si no tenemos planeta, no tendremos economía”. Esta contundente frase resume el pensamiento de Al Gore, ex vicepresidente de EE.UU. y Premio Nobel de la Paz 2007, quien visita Lima y dará hoy la conferencia “Pensando verde” en el Primer Encuentro Medioambiental 3R3: Hacia un Perú Verde.
Gore, uno de los pensadores más influyentes en temas ecológicos, se comprometió hace años a demostrar el peligro que corremos si no empezamos a preocuparnos por la viabilidad de nuestro planeta. Esta preocupación lo impulsó a publicar “La Tierra en peligro” (1992), donde plantea una revolución ecológica y producir el documental “Una verdad incómoda” ( 2006).
Su visita debe servir como un llamado a las conciencias sobre los gravísimos riesgos del cambio climático, manifiestos en el deshielo de glaciares, pérdida de fuentes de agua, nuevas plagas, etc. Los mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI, entre los que sobresale el dióxido de carbono) son los países industrializados, que deben asumir su responsabilidad y adoptar políticas y tecnologías para disminuir sus emisiones. Es hora de enfrentar el dilema planteado por Gore: ¿Si defendemos una economía insostenible, nos quedará planeta para vivir?.
Fuente: http://elcomercio.pe/impresa/notas/declaracion-paracas/20101013/653219
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