martes, 23 de noviembre de 2010

Se matan más de un millón de tiburones por año en el Atlántico

Al menos 1,3 millones de tiburones, muchos de especies en peligro, fueron capturados en el Atlántico en 2008 en las pesquerías industriales que operan sin límites de captura ni de tamaño, según un informe publicado el lunes.
La cifra real podría ser varias veces mayor debido a que se informan cantidades menores, señala el documento publicado por el grupo ambientalista Oceana, en coincidencia con la celebración de un encuentro internacional de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT).
Los 48 miembros de la ICCAT reunidos en París hasta el 27 de noviembre deben procurar asegurar que la pesca comercial se lleve a cabo de manera sustentable, ya que tienen la facultad para establecer las cuotas y las restricciones.
Pero los biólogos marinos advierten que mientras la atención global se centra en el estado del atún rojo, muchas especies de tiburón de alto valor están atravesando una situación aún más delicada.
“Prácticamente no hay administración para los tiburones en el plano internacional”, señala Elizabeth Griffin Wilson, de Oceana. “La ICCAT tiene la responsabilidad de proteger los principales depredadores del océano.”
Estados Unidos propuso requerir que todos los tiburones capturados sean llevados a la costa enteros, lo que fomentaría el cumplimiento de la prohibición de la práctica del aleteo y ayudará a los científicos a calcular los niveles de población.
Japón, que frenó a principios de este año un plan para proteger cuatro especies de tiburón en peligro bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), ahora demanda que la ICCAT prohíba la pesca de una de ellas, el tiburón oceánico.
La iniciativa “es un ejemplo que manifiesta nuestro compromiso con la conservación de los recursos del tiburón”, dijo el director de la delegación japonesa en un discurso de apertura.
Los tiburones se ubican en el nivel más alto de la cadena alimentaria del océano desde hace cientos de millones de años.
Pero estos depredadores consumados son muy vulnerables a la sobrepesca a escala industrial, porque maduran en forma lenta y tienen pocas crías.
En el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, los tiburones “altamente migratorios” deben ser administrados por organismos internacionales.
De las 21 especies que se encuentran en el Atlántico, tres cuartas partes están clasificadas como especies en peligro de extinción.
Las poblaciones de tiburón oceánico del Atlántico norte, por ejemplo, declinaron en un 70% y los tiburones martillo en más de un 99%, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Otras especies –entre las que se encuentran el marrajo sardinero, el zorro y el tiburón marrajo dientuso- también fueron sobreexplotadas y podrían estar en el límite de viabilidad.
La mayoría de los tiburones son capturados para cortarle las aletas –consideradas un manjar en la cocina china- y luego son arrojados de vuelta al mar, muertos o moribundo. Se trata de una práctica que está prohibida, pero los vacíos legales en la regulación permitieron que la veda sea mayormente ignorada.
Oceana y otros grupos conservacionistas, respaldados por algunos gobiernos, instaron a la ICCAT a que establezca cuotas u otras medidas de protección para estos tiburones y otros vulnerables.
Estados Unidos propuso requerir que todos los tiburones capturados sean llevados a la costa enteros, lo que fomentaría el cumplimiento de la prohibición de la práctica del aleteo y ayudará a los científicos a calcular los niveles de población.
Japón, que frenó a principios de este año un plan para proteger cuatro especies de tiburón en peligro bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), ahora demanda que la ICCAT prohíba la pesca de una de ellas, el tiburón oceánico.
La iniciativa “es un ejemplo que manifiesta nuestro compromiso con la conservación de los recursos del tiburón”, dijo el director de la delegación japonesa en un discurso de apertura.
Los tiburones se ubican en el nivel más alto de la cadena alimentaria del océano desde hace cientos de millones de años.
Pero estos depredadores consumados son muy vulnerables a la sobrepesca a escala industrial, porque maduran en forma lenta y tienen pocas crías.
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