Un estudio publicado por el Joint Research Centre (JRC) evalúa la capacidad de los laboratorios de todo el mundo para medir el contenido de metales pesados –arsénico, plomo, mercurio, metilmercurio y arsénico inorgánico- en los productos del mar. Y destaca que de un total de 57 laboratorios que presentaron sus valores, entre el 80% y el 96% obtuvieron una calificación satisfactoria, dependiendo del metal pesado comprobado.
Participaron en forma voluntaria 57 laboratorios de 29 países de todo el mundo, para medir la efectividad de sus pruebas. El JRC envió a cada laboratorio una muestra, de la que desconocían el contenido de metales pesados, para que los midieran e informaran sus resultados al JRC.
Según el JRC, los consumidores de pescado de la Unión Europea (UE) pueden sentirse satisfechos con los resultados, dado que los niveles de plomo, cadmio y mercurio total están regulados por ley en la UE y la mayoría de los laboratorios que participaron en el estudio demostraron que pueden evaluar los niveles con precisión.
Incluso, el proyecto destacó cuestiones como la aparente dependencia de las mediciones de arsénico inorgánico según el tipo de alimentos sometidos a las pruebas.
Se ha comprobado que el consumo excesivo de alimentos que contienen metales pesados puede provocar trastornos mentales, cognitivos y físicos. Esto es especialmente problemático en lo que concierne a posibles defectos del desarrollo en fetos expuestos a esas sustancias durante la gestación, dijo el JRC.
Desde el punto de vista toxicológico, es importante la forma química en la que se consume el metal: por ejemplo, mientras que el metilmercurio es mucho más tóxico en los componentes de mercurio inorgánico, el arsénico inorgánico es más tóxico que el orgánico.
En contraste con un estudio anterior (IMEP-107, sobre el arsénico total -orgánico e inorgánico- en arroz), los valores de arsénico inorgánico informados muestran una amplia dispersión. Estos resultados indican que los productos del mar tienen una fuerte influencia en la determinación analítica del arsénico inorgánico. Este conocimiento es fundamental para los legisladores, dado que parecería que no es viable especificar el nivel máximo de arsénico en los alimentos.
En la UE, los niveles máximos legales de plomo, cadmio y mercurio total en alimentos varían de 0,5 mg a 1,0 mg por kilo para distintos productos del mar, pero no existe un nivel máximo para la forma metilmercurio del mercurio porque para medirlo es necesario utilizar un equipamiento analítico específico, con el que no cuentan todos los laboratorios. Al mismo tiempo, la mayor parte de la ingesta de mercurio en los humanos proviene del metilmercurio del pescado y de otros productos pesqueros, y tiene un nivel de toxicidad más alto en comparación con el mercurio inorgánico.
Asimismo, no se establecieron niveles máximos de arsénico en la legislación europea por falta de información confiable sobre los métodos analíticos para determinar la presencia de arsénico inorgánico en distintos alimentos, y los valores de medición suelen depender del método que se utilice.
El estudio comparativo fue organizado en respaldo de la Cooperación Europea para la Acreditación (EA), la Cooperación de Acreditación de Laboratorios de Asia-Pacífico (Aplac) y los laboratorios de referencia nacional asociados al Laboratorio de Referencia de la UE para los Metales Pesados en Pienso y Alimentos.
Fuente: http://fis.com/fis/worldnews/worldnews.asp?monthyear=&day=26&id=39440&l=s&special=&ndb=1 target=
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