Ladrillos fabricados un componente de las algas marinas y de lana fueron desarrollados por investigadores en España y Reino Unido. Los nuevos productos son más sustentables y resistentes que los tradicionales, además de estar mejor adaptados a climas extremos.
Los ladrillos son resultado del trabajo conjunto de científicos de la Universidad de Sevilla, y de Strathclyde, en Escocia, dirigido a desarrollar materiales de construcción con menor impacto ambiental.
"Los estudios parecen indicar que los costos económicos y medioambientales son favorables, tanto por la abundancia de las materias primas necesarias, como por la ausencia de complejidad en la fabricación que no requiere de sofisticados sistemas industriales", dijeron a BBC Mundo Carmen Galán y Carlos Rivera, de la Universidad de Sevilla.
Los nuevos ladrillos, que no requieren de cocción, ya están siendo utilizados en proyectos experimentales en Nigeria.
Algas marinas
Los ladrillos tienen en común con los tradicionales la materia prima base, la arcilla. El uso de materiales de arcilla sin cocer data de miles de años y hoy en día se fabrican ladrillos con arcilla prensada, pero el aumento en la presión conlleva una pérdida de resistencia mecánica.
"De ahí surge la necesidad de mejorar la trabazón interna de la estructura con una sustancia que por sus naturaleza no altere la filosofía medioambiental del proyecto", señalan los investigadores españoles.
"El resultado de nuestra búsqueda fue un polímero orgánico natural obtenido del procesado de determinadas especies de algas marinas que proliferan en los océanos".
Las algas pardas de la familia de las feofíceas constituyen la materia prima principal en la producción de alginato, un componente de la pared celular de esos organismos que forma un complejo insoluble de ácido algínico, sales minerales y metales alcalinos, señalan.
La sustancia no es nueva pero sí su uso en la construcción. Las ventajas principales son su abundancia y que, como polímero natural, es absolutamente biodegradable.
Por otra parte, era necesario subsanar figuraciones, alabeos y deformaciones observados en productos semejantes, y la respuesta fue utilizar lana, que "en pequeña proporción funciona como armadura interna, mejorando la resistencia a flexión y facilitando las reacciones de secado". La lana aumenta además el aislamiento térmico.
Bajo impacto ambiental
Los ladrillos son reciclables y son muy ventajosos en materia de emisiones de CO2, cuando se los compara con el método de cocción.
"Hay que tener en cuenta que la fabricación de productos cerámicos es un sector bastante contaminante debido a las elevadas temperaturas de cocción, de 700 a 900 grados centígrados y hasta 1.500 en las piezas de cerámica compacta", afirman Carmen Galán y Carlos Rivera.
La producción de cerámica estaría sólo superada por la del aluminio, algunos polímeros sintéticos y el cobre, estando próxima a la del cemento en contaminación. En el caso de la cerámica la cifra varía entre 270 y 600 kilos de CO2 por tonelada producida.
De acuerdo con los investigadores, "los nuevos ladrillos son productos netamente rentables, aunque no se trata de un sustituto del ladrillo convencional, al menos en la actualidad, sino de una alternativa en determinadas aplicaciones constructivas".
Fuente: http://www.mundoacuicola.cl/comun/?modulo=2&cat=5&view=1&idnews=53128&especial=
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