Científicos chilenos lograron desarrollar el cultivo de un alga roja conocida como chicoria del mar (Chondracanthus chamissoi) sin afectar al ecosistema marino, a través de la biotecnología.
Esta alga es muy utilizada en Asia, especialmente por los japoneses, que la consideran un alimento saludable por su alto valor nutritivo, bajo contenido de grasas y por sus vitaminas y proteínas vegetales.
La chicoria del mar crece sólo en las costas de Chile y Perú, y tiene un gran potencial económico, ya que Japón es el segundo consumidor de algas a nivel mundial.
El proyecto está a cargo del doctor Cristian Bulboa, director de Ingeniería en Acuicultura de la Universidad Andrés Bello (UNAB), en conjunto con el doctor Juan Macchiavello, profesor de la U. Católica del Norte, y cuenta con el apoyo del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef).
Bulboa explicó que las comunidades costeras de las regiones III, IV y VIII realizan la extracción de esta especie en sólo primavera, por lo que constituye una fuente temporal de ingresos, aunque aún “no existen cultivos comerciales de la especie”.
Además, recordó que la especie “ha sido sobreexplotada especialmente en la III y IV región, ocasionando serios problemas en la recuperación del recurso”.
La chicoria de mar sólo se utiliza en Chile como agente gelificante y emulsionante para la elaboración de alimentos, mientras que para los japoneses es parte de su dieta diaria.
Se estima que en los próximos años habrá un incremento en la demanda del recurso, que además tiene precios atractivos en el mercado.
Sin embargo, el especialista de la UNAB señaló que “existe un alto estándar de calidad que exige algas libres de impurezas, con formas definidas de color y tamaño".
Al respecto, explicó que no es posible obtener algas de esas características a partir de la extracción de praderas naturales, ya que existe un alto riesgo de contaminación de cultivos.
Por esa razón, los científicos desarrollaron un modelo controlado de reproducción de chicoria que se puede usar además, durante todo el año y no sólo en primavera.
Para reproducir el alga roja, los científicos realizaron el cultivo de esporas, utilizando la vía sexuada de la especie que permite controlar la calidad y cantidad de la producción.
Además, los expertos incluyeron la utilización de “Discos de Fijación Secundaria (DFS)” que desarrollan el cuerpo vegetal del alga como una estrategia alternativa para su cultivo.
Esto da origen a algas de rápido crecimiento que "forman estructuras resistentes y son capaces de sobrevivir de la planta madre que la originó, generando nuevos ápices que se desarrollan en plantas adultas", detalló el investigador de la UNAB.
De este modo, los científicos lograron la producción de chicoria en grandes cantidades “sin tocar la población natural de chicoria”, por lo que se logró una producción sustentable.
El periodo de producción del alga roja lleva seis meses, con un primera etapa de engorda de dos a tres meses en laboratorio, tras la cual se pasa a piscinas marinas por otros tres meses más.
Fuente: http://fis.com/fis/worldnews/worldnews.asp?monthyear=&day=24&id=39866&l=s&special=&ndb=1 target=