Un estudio del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro) dio cuenta hoy de que los peruanos gastan al año 400 millones de nuevos soles en consumo de tabaco, cifra que alcanzaría para cubrir la canasta de consumo de alimentos de 130 mil personas.
Ese mismo monto permitiría también financiar en el país más de 60,000 empleos remunerados con ingresos básicos, detalló Virgilio Chávez, economista y consultor de Cedro, durante la presentación del estudio denominado “Tabaquismo en hogares pobres del Perú”, elaborado en 200 hogares a escala nacional.
Asimismo, se dio a conocer que el gasto mensual en tabaco, incluso en los hogares pobres, es de 60 soles, con los cuales se podrían adquirir 30 kilos de arroz, 45 kilos de papa, 12 kilos de pollo, 5 kilos de carne de res, 13 kilos de diferentes menestras, 30 litros de leche o hasta 225 huevos al mes.
“Tendríamos a 250 mil peruanos alimentados por un año con todo lo que requieren para su desarrollo. Realmente sorprende todo lo que podríamos hacer si en Perú no se fumara y si todo ese dinero se destinara a otro tipo de actividades”, señaló el especialista.
Esto significa que nueve de cada 10 hogares en condiciones de pobreza gastan más del seis por ciento de sus ingresos mensuales en adquirir cigarrillos para su consumo, gastos que representan significativas pérdidas en cuanto a las oportunidades orientadas a cubrir otras necesidades familiares básicas.
La investigación, efectuada en las zonas urbano-marginales de Lima, Huamanga y Tarapoto, señala, además, que en el último año el 8.8 por ciento de jefes del hogar, es decir, alrededor de 600 mil personas a escala nacional consumieron cigarrillos de tabaco, lo que les significó un gasto igual al 5.4 por ciento de sus ingresos.
“Contra lo que se podría pensar, en el Perú fuman más las personas que ganan menos, así como los que tienen un mayor grado de instrucción”, subrayó el consultor de Cedro.
Salud versus tabaco
En promedio, los fumadores peruanos consumen de cuatro a cinco cigarrillos diarios y eso los convierte en dependientes al tabaco. En esa fase de dependencia pueden padecer distintas enfermedades asociadas, anotó Chávez, al detallar que el segmento que más fuma en el Perú tiene entre 15 y 35 años de edad.
Además, llama la atención que en esta investigación se haya comprobado que el cuatro por ciento de hogares pobres con presencia de fumadores, no haya tenido dinero para financiar la atención de un médico y/o para adquirir medicinas para los niños enfermos, pero sí para comprar cigarrillos, dijo Chávez.
Para el especialista, carecen de validez los argumentos que los fumadores utilizan para justificar su consumo, como “calma el frío”, “reduce el estrés” o “ayuda a la digestión”, pues en realidad muchos fuman por presión social, por moda o porque desconocen sus efectos nocivos.
“El consumo de tabaco afecta no solo la salud, sino también tiene un impacto negativo sobre la nutrición, la educación, el empleo y la igualdad de género de las personas de bajos ingresos, y contribuye así a ensanchar aún más la distancia que separa a pobres de los no pobres”, argumentó.
Cigarrillos al menudeo
Por su parte, Carmen Masías, directora adjunta de Cedro, sostuvo que el bajo precio y la venta al menudeo de cigarrillos facilitan la accesibilidad de los consumidores. Esto se evidenció durante el estudio, pese a que existe una ley que prohíbe la venta de cigarros por unidad o en paquetes de menos de 10 unidades.
Incluso señaló que los cigarros no deben ser vendidos a menores de edad, ni en paquetes de cinco unidades, como aún sucede con algunas marcas en ciertas presentaciones.
Según precisó, el 33% de fumadores compra cigarrillos por unidad y el 31% lo hace en cajetillas de cinco unidades. Además, el 77% los adquiere en la vía pública, ya sea en ambulantes, bodegas y quioscos.
Masías comentó que, si bien la ley referida a mantener los espacios públicos libres del humo del tabaco desalienta fumar en estos establecimientos, al mismo tiempo motiva a los fumadores a consumir tabaco en sus hogares, afectando así la salud de su familia, en muchos casos, de niños pequeños.
Datos
El 18 por ciento de hogares peruanos pobres con fumadores reconoce que gastó en tabaco, pese a no tener dinero para alimentar a los niños que integran su familia.
Nueve de cada 10 hogares estudiados destinó el 6.2 por ciento de su ingreso mensual familiar al tabaco.
Asimismo, el 54 por ciento reflexionó sobre su gasto en tabaco, pero sin establecer una relación directa entre el cigarro y la economía familiar.
Cedro dispuso retomar este año la atención especial de personas que deseen dejar de fumar, mediante terapias diversas y a bajo costo. También inauguró un nuevo servicio de consejería y terapia para tratar problemas psicológicos. Mayor información a los teléfonos 447-5837, 445-6665 y 447-5130.
Fuente:
http://www.andina.com.pe/Espanol/Noticia.aspx?id=BKSV38PQWlg=